El lunes, Elon Musk lanzó un órdago al denunciar el alarmante estado de los equipos informáticos del Gobierno federal. Para el CEO de Tesla y SpaceX, estas herramientas tienen dificultades para realizar funciones esenciales como auditorías y detección de fraudes.
El Departamento para la Eficacia Gubernamental (DOGE) aborda los sistemas informáticos obsoletos
A partir del próximo enero, Elon Musk tomará las riendas de una delicada misión: reducir el gasto innecesario del Gobierno estadounidense a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sin embargo, el multimillonario ya ha dejado claro que, para lograr un ahorro duradero, será esencial una inversión inicial en infraestructuras modernas.
Elon Musk denunció el estado catastrófico de los sistemas informáticos federales. Según él, estas tecnologías anticuadas son incapaces de realizar funciones básicas, como verificar la legitimidad de los pagos o identificar el fraude. Resume la situación de la siguiente manera:
Por eso el gobierno no puede llevar a cabo auditorías básicas. A menudo, literalmente no sabe dónde han ido a parar tus impuestos. No tiene sentido. Mi trabajo favorito en la nueva administración es el de consultor informático voluntario. Hay que arreglar la infraestructura informática para que el gobierno funcione.
Los equipos anticuados comprometen la eficacia administrativa
Un comentario de un internauta que ironizaba sobre los ordenadores basados en Windows 98 en el sector público tocó la fibra sensible de Elon Musk, que respondió: «Por desgracia, es mucho peor que eso». Esta alarmante observación refuerza la idea de que la administración pública está plagada de sistemas arcaicos, muy alejados de los modernos estándares de Silicon Valley.
Pero el empresario reconoce que el problema va mucho más allá de la infraestructura física. También critica una burocracia que califica de «masiva».
Algunas de estas medidas son intencionadas. La mayoría son simplemente la consecuencia natural de una burocracia masiva que no rinde cuentas de sus resultados. Si fueran en gran medida intencionadas, serían fáciles de revertir.
En su última respuesta a los comentarios, el interesado también considera que el Gobierno está pagando demasiado por«un software que no funciona«.
Un defecto ignorado durante demasiado tiempo
La obsolescencia de los sistemas informáticos de las administraciones estadounidenses está ampliamente documentada desde hace años. Los informes revelan que varias agencias gubernamentales siguen funcionando con tecnologías que a veces tienen décadas de antigüedad.
En 2020, los ciberataques dejaron al descubierto enormes agujeros en la infraestructura digital federal. Los hackers consiguieron infiltrarse en las redes de varias administraciones, poniendo de manifiesto las vulnerabilidades causadas por el uso de Hardware obsoleto y software no actualizado. Este tipo de problema no es nuevo y a menudo ha sido denunciado por los expertos en Ciberseguridad como una bomba de relojería para la gestión pública.
Estos retos se ven agravados por una enorme burocracia, con lentos procesos de toma de decisiones que obstaculizan cualquier intento de modernización. La falta de responsabilidad y transparencia de las administraciones alimenta esta inercia. Aunque se reconoce la necesidad de modernizar estas infraestructuras, los esfuerzos por hacerlo se ven a menudo obstaculizados por la escasez de recursos.
Pero la pregunta sigue siendo: ¿cuánto tiempo podrán aguantar estos sistemas arcaicos frente a las crecientes exigencias de seguridad? Para Elon Musk, ha llegado el momento de invertir serIAmente en la modernización de las herramientas digitales, pues de lo contrario es probable que los costes aumenten considerablemente.