Fin de la compatibilidad con Windows 10 lo que revela el estudio de ControlUp sobre el estado de la base instalada mundial

Fin de la compatibilidad con Windows 10: lo que revela el estudio de ControlUp sobre el estado de la base instalada mundial

A menos de 3 meses del fin del soporte oficial para Windows 10, una amenaza se cierne sobre millones de PC en todo el mundo. El estudio de ControlUp da la voz de alarma: una proporción masiva de empresas y consumidores no están preparados para el cambio a Windows 11. Si no se hace nada, flotas enteras de máquinas serán vulnerables a partir de octubre de 2025. Esto es lo que revela este preocupante informe y por qué debemos actuar ya.

Windows 10 sigue dominando parte del mundo

A pesar del inminente fin de soporte, Windows 10 sigue siendo omnipresente en una gran parte del parque informático mundial. Según un estudio publicado por ControlUp, el 40 % de las estaciones de trabajo siguen utilizando este sistema operativo, pese a que se lanzó en 2015. En cuanto al público en general, uno de cada dos usuarios domésticos aún no ha migrado a Windows 11.

Este estancamiento afecta especialmente a determinados sectores estratégicos. El sector sanitario se sitúa a la cabeza, con cerca del 60% de sus equipos aún con Windows 10. Las finanzas y la administración pública no se quedan atrás, con un 55% y un 39% respectivamente rezagados en la transición.

Geográficamente, Norteamérica presenta las cifras más preocupantes, con un 57 % de los puestos de trabajo que aún ejecutan Windows 10, frente a solo un 30 % en Europa. Esta disparidad sugiere diferencias en las prioridades o limitaciones locales en materia de renovación tecnológica y seguridad informática.

Windows 10 después de 2025: un sistema vulnerable a fallos de seguridad

A partir del 14 de octubre de 2025, Windows 10 dejará de recibir actualizaciones de seguridad. Esto significa que cualquier nueva vulnerabilidad descubierta quedará sin parche, dejando las máquinas expuestas a vulnerabilidades críticas. Los ciberdelincuentes, plenamente conscientes de esta situación, centrarán naturalmente sus ataques en los sistemas que aún funcionan con Windows 10, que se han convertido en objetivos fáciles.

Además del riesgo de piratería, el propioecosistema de software empezará a deteriorarse. Algunos editores dejarán gradualmente de ofrecer versiones compatibles, mientras que los nuevos controladores de hardware dejarán de desarrollarse para este sistema operativo. El resultado será un rendimiento degradado, inestabilidades e incluso la imposibilidad de utilizar ciertas aplicaciones o periféricos recientes.

Para las empresas, el peligro también es legal. Utilizar un sistema operativo obsoleto puede comprometer el cumplimiento del RGPD en caso de fuga de datos. En caso de una auditoría de ciberseguridad o una inspección externa, esto también podría repercutir en la reputación de la organización, o incluso dar lugar a sanciones. En determinados sectores regulados (sanidad, finanzas, educación), las consecuencias pueden ser aún más graves.

¿Cuáles son las opciones para evitar el desastre?

El soporte para Windows 10 finaliza el 14 de octubre de 2025. Después de esta fecha, el sistema operativo dejará de recibir parches de seguridad. Tanto para las empresas como para los consumidores, seguir con Windows 10 significa estar expuesto a vulnerabilidades críticas.

1. Migrar a Windows 11: una solución lógica, pero no exenta de condiciones

Esta es la opción por defecto recomendada por Microsoft. Y con razón: según el estudio de ControlUp, el 87 % de los PC que aún ejecutan Windows 10 son compatibles con Windows 11.

Pero en el ámbito profesional, sigue habiendo obstáculos: software empresarial no certificado, actualizaciones de infraestructura que hay que planificar o simplemente resistencia al cambio dentro de las organizaciones. Para los particulares, a veces es una cuestión de ignorancia o de hábitos arraigados.

2. ESU: el indulto oficial

Para los PC que no puedan migrarse inmediatamente, Microsoft ofrece un plan de respaldo: Actualizaciones de seguridad ampliadas (ESU).

  • Particulares: un año gratis en 2025-2026, siempre que inicien sesión con una cuenta Microsoft. No hay prórroga más allá de esa fecha.
  • Empresas: suscripción anual por dispositivo, a partir de 61 dólares el primer año, y de 122 y 244 dólares los siguientes.

Atención: la ESU sólo amplía la seguridad, no las actualizaciones funcionales. Es un parche, no una estrategia sostenible.

Muchos usuarios seguirán usando Windows 10 sin problemas

Microsoft habla de fin de soporte, los medios hablan de riesgos masivos… pero en realidad, otra verdad está emergiendo: muchos usuarios no han esperado a Windows 11 para asegurar su uso. Y muchos seguirán usando Windows 10… simplemente porque funciona.

Lo cierto es que la gente se ha acostumbrado a Windows 10. Lo dominan, saben dónde hacer clic, cómo solucionar problemas y lo utilizan para tareas cotidianas: ofimática, navegación, vídeo, contabilidad. Que un sistema ya no esté «oficialmente actualizado» no significa que sea peligroso al instante.

Existe una enorme brecha entre las normas de ciberseguridad de una agencia gubernamental y la vida cotidiana de un particular bien informado. Un usuario serio que mantenga su software actualizado, utilice un antivirus fiable y evite los sitios dudosos sigue estando ampliamente protegido.

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Sobre el autor

Adrien Piron

Soy Adrien, apasionado por la tecnologa y especializado en asistencia tcnica para particulares. Mi objetivo es hacer que la tecnologa sea accesible para todos.

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