iGPU ¿Qué es un procesador gráfico integrado

iGPU: ¿Qué es un procesador gráfico integrado?

Con los recientes avances tecnológicos, las iGPU (unidades de procesamiento gráfico integradas) vuelven a estar en el candelero. Los nuevos procesadores de AMD e Intel incorporan ahora unidades gráficas tan potentes que a veces rivalizan con las tarjetas dedicadas de gama media. Pero, ¿qué hay detrás de este término? Este artículo explora el concepto de iGPU, cómo funciona y por qué podría transformar nuestra forma de utilizar los ordenadores en los próximos años.

¿Qué es una iGPU?

Una iGPU (unidad de procesamiento gráfico integrada) es una unidad de procesamiento gráfico integrada directamente en el procesador (CPU) o la placa base. A diferencia de una tarjeta gráfica dedicada, la iGPU utiliza la memoria del sistema (RAM) en lugar de una memoria de vídeo independiente (VRAM). Su función principal es realizar tareas gráficas básicas: visualización en pantalla, aceleración de vídeo, renderizado 2D/3D ligero y, a veces, incluso ejecutar juegos poco exigentes.

¿Qué es una iGPU?

Diferencia entre iGPU, GPU dedicada y APU :

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  • iGPU: integrada en la CPU, comparte recursos (memoria, potencia) con esta última. Ideal para tareas cotidianas, multimedia y ciertos juegos ligeros.
  • GPU dedicada (dGPU): una tarjeta gráfica independiente, con su propia memoria y refrigeración, diseñada para un alto rendimiento (juegos exigentes, renderizado 3D, cálculos masivos).
  • APU (Accelerated Processing Unit): término utilizado principalmente por AMD para designar sus procesadores que combinan una potente CPU + iGPU en un solo chip, optimizados para trabajar juntos.

El procesador gráfico integrado permite tener un ordenador funcional sin una tarjeta gráfica dedicada, lo que reduce el coste y el consumo de energía, pero con límites de rendimiento para un uso intensivo.

¿Cómo funciona un procesador gráfico integrado?

Una iGPU está directamente integrada en la CPU (unidad central de procesamiento) en forma de bloques especializados grabados en el mismo chip. Esto significa que comparte el mismo espacio físico, las mismas interconexiones y la misma envoltura térmica (TDP). Gracias a esta integración, las señales entre la CPU y la iGPU se intercambian muy rápidamente, sin pasar por un bus externo como ocurre con una tarjeta gráfica dedicada.

Las arquitecturas Intel UHD e Intel Iris Xe de Intel son ejemplos de iGPU integradas en los procesadores Intel Core. Las APU de AMD combinan CPU y GPU bajo la marca Radeon Graphics.

La iPGU utiliza la memoria del sistema (RAM)

A diferencia de las GPU dedicadas, que tienen su propia memoria de vídeo (VRAM), la iGPU utiliza la memoria RAM principal del ordenador. Parte de esta memoria está reservada por la BIOS/UEFI para cálculos gráficos.

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Por ejemplo: si tu PC tiene 16 GB de RAM, la iGPU puede utilizar entre 1 GB y 4 GB para almacenar texturas, búferes y datos gráficos. Esto mantiene bajos los costes de hardware, pero también reduce ligeramente la memoria disponible para el resto de aplicaciones.

Además, cuanto más rápida sea la RAM, más potente será la iGPU (memoria de vídeo).

¿Es suficiente una iGPU para editar vídeo o jugar?

Originalmente, las iGPU se diseñaron para tareas sencillas como ofimática, navegación web, streaming de vídeo y visualización de gráficos en general. Para estos usos, son perfectamente suficientes en portátiles o PC económicos.

Pero, ¿qué pasa con los juegos o la edición de vídeo?

Si no eres un jugador exigente y te conformas con juegos ligeros o que consuman poco (como Minecraft, League of Legends, Stardew Valley, Rocket League), una iGPU moderna te irá bien a 720p o 1080p con ajustes medios o bajos. Del mismo modo, para la edición ocasional de vídeo (con clips cortos a 1080p, sin efectos complejos ni renderizados pesados), una iGPU puede bastar, pero los tiempos de exportación serán más largos que con una GPU dedicada.

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¿Es suficiente una iGPU para editar videos o jugar videojuegos?

Aunque inicialmente no son compatibles con tareas intensivas, las nuevas iGPU de AMD basadas en la arquitectura RDNA 3.5 (como la Ryzen AI Max+ Pro 395) intentan demostrar lo contrario. Según los primeros benchmarks, pueden competir incluso con tarjetas gráficas dedicadas de gama media como la RTX 4060, lo que abre la puerta a usos mucho más avanzados: juegos Full HD, IA, edición 4K e incluso procesamiento de imágenes acelerado por GPU.

¿Cómo sabes si estás utilizando una iGPU?

Identificar si tu ordenador utiliza una iGPU (procesador gráfico integrado) o una tarjeta gráfica dedicada es esencial para entender el rendimiento que obtienes. Este diagnóstico es bastante sencillo de realizar y no requiere herramientas de software.

Compruebe las conexiones físicas

Mira la parte trasera de tu ordenador:

  • Si tu pantalla está conectada a los puertos HDMI o DisplayPort directamente en la placa base (situados en la parte superior del panel trasero), entonces es la iGPU integrada en el procesador la que gestiona la pantalla.
  • Si, por el contrario, tu pantalla está conectada a los puertos de una tarjeta de expansión (más abajo, con las salidas agrupadas en una única placa metálica), entonces estás utilizando una tarjeta gráfica dedicada.

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