En la era de los «todo conectados», en la que nuestras interacciones diarias están mediadas por pantallas, la identidad digital se ha convertido en un concepto ineludible. Tanto si creas una cuenta en una red social, como si utilizas una aplicación bancaria o incluso dejas una reseña en un sitio de compras, estás contribuyendo a construir esta versión digital de ti mismo. Pero, ¿sabe realmente qué es la identidad digital y cómo protegerla en un mundo en el que nuestros datos valen su peso en oro?
Definición de identidad digital
La identidad digital o DII es simplemente la versión online de uno mismo.
Reúne toda la información que dejas en Internet: tus perfiles en redes sociales, tus direcciones de correo electrónico, tus compras en línea e incluso los comentarios que publicas en foros.
En pocas palabras, es tu carné de identidad virtual, compuesto por datos visibles (como tu nombre o tu foto) y otros más discretos (como tus hábitos de navegación). Fiel reflejo de su actividad en línea, la identidad digital puede ser tanto una ventaja como un riesgo, dependiendo de cómo se gestione.
Los diferentes tipos de identidad digital
La identidad digital reúne distintas categorías de información en función de su fuente, contenido y autor. Estos datos, a veces difundidos sin conocimiento del usuario, pueden afectar a su imagen o integridad. Comprender estos tipos de identidad digital es esencial para controlar mejor su presencia en línea.
He aquí las tres principales categorías de identidad digital según su origen y naturaleza:
Identidad declarativa: información sobre usted
La identidad declarativa incluye información facilitada voluntariamente por una persona o entidad. Estos datos incluyen :
- Datos personales: apellidos, nombre, estado civil, etc.
- Información oficial: direcciones, números de identificación, ocupación.
Es una identidad construida sobre datos objetivos, a menudo utilizada para registros o trámites en línea.
Identidad calculada o análisis del comportamiento
La identidad calculada es una reconstrucción basada en análisis de interacciones y datos vinculados a un usuario. Se utiliza para :
- Crear perfiles de comportamiento: hábitos de compra, intereses, preferencias.
- Personalizar la experiencia del usuario: recomendaciones, publicidad dirigida.
Esta identidad se basa en algoritmos que interpretan los datos dejados en línea.
Identidad activa
La identidad activa refleja las huellas que dejan las actividades en línea, como :
- Publicaciones en redes sociales.
- Búsquedas realizadas o sitios visitados.
- Interacción con plataformas.
Estos datos, a veces recogidos a gran escala, son utilizados por las empresas para elaborar análisis estadísticos o comerciales. Esto plantea la cuestión ética de los límites entre la recogida legítima de datos y el respeto a la intimidad.
¿Cómo puedo comprobar si mi identidad digital se ha visto comprometida?
Basta una filtración de datos para que su información personal caiga en malas manos. Su dirección de correo electrónico, sus contraseñas, incluso los números de sus tarjetas bancarias, pueden estar circulando por la red (y a veces incluso por la dark web) sin que usted lo sepa. Afortunadamente, existen varias herramientas que puedes utilizar para comprobar si tu identidad digital se ha visto comprometida:
Comprueba tus datos con Have I Been Pwned
Have I Been Pwned es una de las herramientas más populares para averiguar si tu información personal ha sido expuesta. Este sitio, creado por un experto en Ciberseguridad, enumera miles de millones de fugas de datos.
Este sitio gratuito le permite comprobar si sus direcciones de correo electrónico o contraseñas figuran en bases de datos robadas durante ciberataques. Es fácil: introduzca su dirección y en unos segundos sabrá si su información se ha visto comprometida. El sitio ofrece incluso una alerta automática, que te avisa si tus datos quedan expuestos en algún momento.
Informe sobre la web oscura de Google
Google, siempre a la vanguardia, ofrece ahora una potente herramienta para supervisar tus datos en la web oscura: el Informe Dark Web.
Esta herramienta, gratuita para todos los usuarios con una cuenta de Google, escanea las plataformas de la web oscura en busca de información como tu nombre, dirección de correo electrónico o número de teléfono. Es fácil de activar: ve a la configuración de seguridad de tu cuenta de Google y comienza la monitorización. Recibirás una alerta si se detecta algún dato vinculado a tu perfil.
Protección antivirus para la identidad digital
Los antivirus modernos no se limitan a bloquear virus y malware. Hoy en día, muchos incluyen herramientas avanzadas de vigilancia, sobre todo para proteger tu identidad digital de los riesgos de la web oscura.
Estas funciones escanean plataformas clandestinas en las que podría intercambiarse información personal como sus correos electrónicos, contraseñas o números de tarjetas bancarias. En caso de detección, se le envía una alerta para que pueda actuar con rapidez: cambie sus identificadores, active la autenticación de dos factores o póngase en contacto con los servicios competentes.
¿Dónde está el límite entre privacidad y datos personales?
Millones de empresas recopilan, analizan y explotan información sobre nosotros, a menudo con el pretexto de mejorar sus servicios o personalizar nuestras experiencias. Pero, ¿a qué precio?
La privacidad es el derecho fundamental a poder controlar lo que decidimos mostrar o guardar para nosotros mismos. Los datos personales, por su parte, consisten en fragmentos de nuestra identidad digital: nombre, dirección, comportamiento en línea, ubicación, preferencias, etc. Y ahí es precisamente donde radica el problema. Lo que antes era privado -nuestros hábitos, nuestras opiniones, nuestras interacciones- se está convirtiendo en moneda de cambio para la economía digital.
Ética de dos velocidades
Las políticas de confidencialidad, a menudo largas e incomprensibles, también son un problema. ¿Quién las lee realmente? El consentimiento se convierte entonces en una farsa. Aceptamos sin comprender realmente a qué nos sacrificamos. ¿Podemos hablar de libre elección cuando rechazar las condiciones significa privarnos de servicios esenciales?
Aunque algunas empresas abogan por la transparencia, siguen siendo minoría. La mayoría adopta una lógica puramente económica: maximizar los beneficios a costa de los derechos fundamentales. Escándalos como el de Cambridge Analytica y las violaciones masivas de datos son solo la punta de un iceberg.
Empresas como Facebook, Google y Amazon afirman respetar nuestros datos personales, al tiempo que hacen de ellos su principal negocio. Esta paradoja plantea una cuestión esencial: ¿podemos hablar realmente de privacidad cuando cada clic, cada movimiento es vigilado, analizado y monetizado? Peor aún, son las propIAs empresas las que dictan las reglas del juego.
Su interpretación de lo que es «ético» suele estar muy alejada de las preocupaciones de los individuos.