¿Cómo eludir las restricciones de instalación de software en el lugar de trabajo?
Microsoft está haciendo todo lo posible para evitar que Windows 11 se instale en PC no compatibles

Microsoft está haciendo todo lo posible para evitar que Windows 11 se instale en PC no compatibles

Microsoft ha dado un paso decisivo en su política de instalación de Windows 11 al endurecer las restricciones impuestas a las configuraciones de hardware no conformes. Hasta ahora, era posible instalar Windows 11 en equipos que no cumplían los requisitos oficiales utilizando diversos métodos alternativos, pero la firma de Redmond ha dado un nuevo paso: eliminar la documentación oficial que facilita estas prácticas, clasificar las herramientas de terceros como software malicioso y reforzar los mecanismos de bloqueo.

Este endurecimiento deja a muchos usuarios ante un dilema: invertir en nuevo hardware compatible o seguir utilizando un sistema operativo anticuado cuyo fin de soporte se acerca rápidamente. A partir de octubre de 2025, Windows 10 dejará de recibir actualizaciones de seguridad, exponiendo a los usuarios a crecientes riesgos de ciberseguridad.

Más allá de la simple cuestión de la compatibilidad, la estrategia de Microsoft plantea interrogantes más amplios. Aunque el objetivo declarado es mejorar la seguridad y la experiencia del usuario en los dispositivos modernos, estas medidas también podrían servir a intereses comerciales al acelerar la renovación de los equipos informáticos. Los fabricantes de hardware (socios de Microsoft) se beneficiarían directamente de esta política, ya que millones de PC que aún funcionan corren el riesgo de quedarse obsoletos.

Microsoft está haciendo todo lo posible para evitar que Windows 11 se instale en PC no compatibles

Microsoft endurece las restricciones de Windows 11

Cuando se lanzó Windows 11, Microsoft adoptó una postura relativamente permisiva respecto a su instalación en PC que no cumplían los requisitos oficiales de hardware. Aunque la empresa de Redmond siempre había insistido en la necesidad de TPM 2.0, Secure Boot y procesadores recientes, toleraba que los usuarios eludieran estas restricciones modificando el registro o utilizando herramientas de terceros.

Microsoft ha eliminado recientemente de su documentación oficial todas las instrucciones para instalar Windows 11 en hardware no compatible. Esto marca un punto de inflexión en la estrategia de la compañía, que parece encaminada a disuadir definitivamente a los usuarios de conservar sus viejos ordenadores. A partir de ahora, las alternativas dejan de estar soportadas y cualquier intento de actualización fuera de los canales oficiales resulta cada vez más difícil.

Las herramientas de evasión ahora se consideran malware

Como parte de esta política más estricta, Microsoft también está tomando medidas enérgicas contra las herramientas de terceros que facilitan la instalación de Windows 11 en PC no compatibles. Recientemente, Windows Defender empezó a detectar algunos de estos programas como amenazas potenciales.

Un ejemplo llamativo es Flyby11, una utilidad para eludir las comprobaciones de compatibilidad de Windows 11. Este programa ha sido clasificado por Microsoft como PUA:Win32/Patcher, un nombre que suele utilizarse para el software no deseado o potencialmente peligroso. Al clasificar estas herramientas como malware, Microsoft está obstaculizando su distribución y desalentando su uso por parte de los usuarios que desean prolongar la vida útil de su hardware.

GitHub - Flyby11 1.2 Notas de la versión
Flyby11 1.2 es funcional a pesar de estar clasificado como PUA por Microsoft Defender.

Este endurecimiento no ha pasado desapercibido. Muchos de los desarrolladores detrás de estas soluciones están expresando su frustración por esta clasificación, que consideran abusiva. En particular, el creador de Flyby11 ha anunciado su intención de ponerse en contacto con Microsoft para aclarar esta decisión. Por el momento, sigue siendo posible ignorar la alerta de Windows Defender y ejecutar estos programas, pero este nuevo enfoque muestra claramente que Microsoft quiere limitar al máximo cualquier instalación fuera de su marco oficial.

¿Una palanca para impulsar las ventas de nuevos PC?

Es difícil separar esta transición forzada de los colosales intereses comerciales que representa para la industria del hardware. Windows 11 impone estrictos prerrequisitos de hardware, exigiendo un módulo TPM 2.0, Secure Boot y procesadores recientes. Todos estos criterios hacen que una gran parte de los PC actualmente en circulación sean incompatibles con esta nueva versión del SO.

Los fabricantes de hardware son los grandes beneficiados de esta estrategia. Intel y AMD (los principales proveedores de procesadores) se benefician directamente de la aceleración del ciclo de renovación del PC, al igual que los fabricantes de placas base y componentes auxiliares. La alianza entre Microsoft y estos actores no es nueva, pero esta transición forzada parece orquestada de una forma sin precedentes.

¿Están realmente justificados estos nuevos requisitos desde un punto de vista técnico? Es cierto que el rendimiento de los procesadores recientes ha mejorado la velocidad y la eficiencia energética, pero la mayoría de los ordenadores de la última década siguen siendo perfectamente capaces de ejecutar Windows 11 con buena fluidez.

El TPM 2.0 (Trusted Platform Module), a menudo promocionado como una característica de seguridad clave de Windows 11, ha estado presente en la mayoría de los PC empresariales durante varios años, pero sigue ausente o desactivado en muchos PC de consumo. ¿Era realmente esencial para Windows 11, o se trata de un criterio artificial diseñado para excluir a parte de la base instalada existente?

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